EL MODELO CISNEROS (I)

cisnerosFoto: rugbycisneros.com

Con el manido tema de la profesionalización de nuestro deporte muchas son las preguntas de los aficionados sobre que clubes se acercan más al profesionalismo o quienes de verdad son amateurs al cien por cien. Más cerca estamos de la segunda premisa que de la primera y salvo algunas excepciones son pocas las entidades que pueden contar con varios jugadores en nómina.

Es el caso de Complutense Cisneros. El equipo azul-azul cuenta con una visión o un modelo muy personal. Basado en el rugby social con algunas ayudas que se centran en becas del Colegio Mayor o en el alquiler compartido entre el club y los jugadores.

No fue siempre esta la política del conjunto colegial que a finales de los 90 llegó a tener jugadores, principalmente neocelandeses, en nómina. Pero fue en los primeros años del siglo XXI, cuando el club tomó el rumbo que había llevado durante la mayoría de sus siete décadas de historia.

Implantaron la idea de club universitario que hoy en día se transmite desde la primera plantilla a todos los demás equipos del Colegio. Entendieron entonces que su futuro estaba en sus orígenes de cultura universitaria y es de esa manera como ven su proyecto viable y sostenible. Además saben que la Universidad Complutense está a gusto con esa política de que nadie se gane la vida jugando al rugby en Cisneros.

Los colegiales no se postulan, ni mucho menos, en contra del camino al rugby profesional, pero entienden su modelo como un complemento a la formación ya sea académica o incluso laboral del jugador. Y aunque no existe el modelo de pago por jugar, su modelo contempla algunas contraprestaciones.

Gracias a la Complutense, como desde hace 30 años, hay tres becas para vivienda y manutención en el Colegio Mayor Cisneros. Las disfrutan los jugadores de la primera plantilla Manu Niño y Juan Boccardo además del apertura del tercer equipo Roke Ribate que se la ha ganado gracias a su vinculación y compromiso con la entidad.

El club, por su parte, paga a los entrenadores y preparadores físicos de las categorías inferiores, sean jugadores o no, dependiendo de su nivel y experiencia como técnicos.

Además, en cuanto a vivienda es titular de dos pisos de cuatro habitaciones donde viven algunos jugadores que abona la mitad del alquiler. La condición es que el ocupante sea estudiante universitario o de postgrado o máximo que esté en su primer año laboral en cuyo caso solo podría ocupar la vivienda esa temporada.

De hecho dos internacionales que el pasado verano cambiaron de aires estuvieron hablando para jugar en Cisneros. Al no cumplir la condición estudiantil en uno de los casos y no recibir contraprestación en ambos, los colegiales tuvieron que renunciar a dos jugadores que interesaban muy mucho a la dirección deportiva.

Un ideal difícil de cumplir al que muchas cosas ayudan y que quizá en otra entidad sería imposible de mantener. Y es que ni la Universidad Complutense, ni la Junta directiva del club, ni siquiera la dirección deportiva se mueven por resultados. No se buscan jugadores para cubrir determinadas plazas. Sino que se acoge al que va viniendo y se le va colocando según las necesidades o carencias. De hecho para la falta de pilieres de esta temporada fue toda una bendición la llegada hombres como Pacote o Hattori, pero fueron ellos quienes se acercaron al club y no al revés.

Eso obliga a que en la planificación deportiva haya que esperar a ver que ofrece el grupo antes de imponerle una línea de trabajo. Los éxitos de esta temporada vienen dados porque la dinámica es muy positiva con entrenamientos dinámicos y amenos y un componente social que anima a que nuevos jugadores se acerquen al proyecto.

Un comentario el “EL MODELO CISNEROS (I)

  1. Sólo un pequeño apunte, los salarios de fisios, entrenadores, y demás son presupuestados, pero en muchos de los casos son las propias personas que van a recibir un dinero las que lo rechazan parcialmente. De modo que no son sueldos, son pagos por el costo de su actividad en el club, como gasolina, etc.

    Escribe esto un sub21 orgulloso de las personas que forman el Cisneros y que quiere encarecidamente que el proyecto amateur siga en pie.

    Gracias por vuestra labor!

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