Este fin de semana se ha disputado la final de la Liga RENFE, España ha cosechado su mejor actuación en una Seven World Series, incluso nuestro equipo de Regional ha subido a su máxima categoría. Pero el sábado me desperté con una noticia trágica, de esas que hacen que todo lo demás no importe absolutamente nada. Ha fallecido Kote Olaizola que sería muchas cosas en su vida pero sobre todo era un hombre de rugby.
Sábado 11:20 de la mañana, me llama Jose Ibáñez de la Revista 22, sería el comentarista del partido que iba a narrar por la tarde. -¿Te has enterado?-, me dice -¿De qué?- le contesto pensando en que algo había pasado con el partido, suspesión, retraso o aplazamiento. -Se ha muerto Kote- me dijo sin paños calientes. Dursísima noticia de esas que cuando te las cuentan, aunque no te afecten directamente, piensas «que mal».
Conocí a Kote en la presentación de la SIR y no voy a negar que tuve recelos con él, como con casi cualquier persona que ocupa cargos directivos, máxime cuando me contó que había hecho carrera en la política. Pero después, a lo largo de las veces que me encontré con él, no digo que llegara a conocerle tanto para saber todo lo que pensaba, me di cuenta de que al menos quería hacer algo por este deporte, y quería hacerlo de verdad.
Hizo todo lo que pudo con Bera Bera, club del que aún era vicepresidente y socio número 1, también con los Basque Korsarioak para la SIR. Ahora estaba enrolado en la candidatura a la presidencia de la FER. Fue precisamente en Sevilla, donde se encontraba haciendo su campaña donde falleció deun infarto.
Webb Ellis le estaba esperando en el cielo para invitarlo a una pinta. Hasta siempre Kote.
Rugby Alcalá 