Foto: Charly
Mal negocio es no llegar a completar los 80 minutos en buen tono físico. Son los instantes finales los que deciden un partido y vaya si eso ocurrió en casa de Olímpico. El resultado a veinte para el final era de 10-8, en ese periodo el equipo de Pozuelo anotó la friolera de cuatro ensayos para el 31-8 definitivo.
Alcalá por salir de la zona baja y Olímpico por asentarse junto a los líderes se daban cita en Pozuelo en un choque que se ha repetido en innumerables ocasiones y que en los últimos años habían dominado los complutenses.
Pero la historia cambia y esta no tenía porque ser menos. Alcalá, por las bajas de Isma y Carlos, hacía debutar al juvenil Mazo para dirigir su juego. Difícil papeleta con solventó con nota el joven alcalaíno.
Mucha defensa y poco ataque, como es habitual cuando se juega de visitante, en los primeros minutos. Un placaje y organización posterior más o menos solvente permitió al Alcalá recibir un solo ensayo, no transformado en la primera mitad. El duelo de pateadores entre Adrián y Risi se saldó con empate a un golpe de castigo cada uno y la cosa quedaba en 10-3 al descanso.
Alcalá vio que era posible asaltar el Valle de las Cañas y se tiró con todo para arriba. Mucha delantera y mucha pelea en balones cerrados puso a los rojillos en campo contrario. En una melé local a cinco metros de su marca, los alcalaínos empujaron con todo y el balón salió despedido para que Christian consiguiera posar. Eliseo chuto bien pero el viento de la sierra paró el balón y no llegó el empate pero si el buen 10-8 a veinte minutos para el final.
A partir de ahí se le acabó la gasolina a los alcalaínos. Olímpico empezó a mover bien el balón de un lado para otro y comenzaron a llegar los puntos. Hasta cuatro ensayos le cayeron a los visitantes que vieron como el tanteo se iba hasta el 31-8.
Olímpico logró el bonus ofensivo mientras Alcalá se volvió de vacío. La próxima semana llega Majadahonda que fue una de las pocas buenas noticias de la pretemporada donde Alcalá venció a domicilio.
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