Más madera para la tres cuartos de Cisneros. Los colegiales dan la campanada con un fichaje tan sorpresivo como inesperado. Lo primero porque su línea está más que poblada y lo segundo porque se llevan a otro capitán de equipo madrileño, en este caso el del Liceo Francés, David Mota.
De 28 años (que cumplirá en octubre), Mota fue quizá el jugador más prometedor de su generación. Como centro o ala participó en una treintena de ocasiones con la Selección de XV, y también con la de Seven, hasta que a los 22 años marchó a Inglaterra para seguir formándose academica y laboralmente. De vuelta a España fue campeón de Liga y Copa con el CRC Madrid para después ganar la Superibérica con los Gatos.
Una vez pasado ese tiempo volvió a su Liceo de toda la vida y ahora quiere probar suerte de nuevo en la División de Honor donde, si recupera su mejor forma, puede ser un puntal para los colegiales.
NOTA DEL AUTOR: No voy a ocultar que desde siempre ha sido uno de mis jugadores favoritos y creo que es una de las más claras víctimas de la forma de entender el amateurismo español. Un jugador que con 30 caps con 22 años deja la Selección porque tiene que labrarse un futuro en el mercado laboral y no tiene salidas en nuestro país para ser profesional. Que a nadie se le escape que marchar fuera siempre es un riesgo y para un jugador español más aún.
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